La Virgen de Fátima

Este 13 de mayo, en medio de la pandemia del coronavirus que sigue afectando a más personas, el Papa Francisco pidió a la Virgen de Fátima que muestra a sus hijos la fuerza de su manto protector: “Madre del Señor, Virgen María, Reina del Rosario, muéstranos la fuerza de tu manto protector. De tus brazos vendrán la esperanza y la paz que tanto necesitamos.”

Este día en todo el mundo se celebra la fiesta de la Virgen de Fátima, cuyas apariciones ocurrieron en 1917 en Portugal. Sin embargo, por primera vez en su historia, el santuario levantado en el lugar de las apariciones celebró este aniversario sin la presencia masiva de peregrinos debido a las medidas establecidas para evitar contagios de coronavirus, que en el mundo ha afectado a más de 4.2 millones de personas, con más de 293 mil fallecidos.

Durante la Misa transmitida online, desde el Santuario de Fátima, el Cardenal Antonio Marto aseguró que cuando se supere la pandemia de coronavirus los peregrinos “volveremos.” El Cardenal añadió: “Es nuestra confianza y nuestro compromiso, hoy. Regresaremos aquí juntos, en acción de gracias.”

Desde la primera de sus apariciones, la Virgen de Fátima reveló en su mensaje a tres niños pastores el poder del Santo Rosario. La Virgen abrió sus manos y les comunicó a los tres una luz divina muy intensa. Los niños cayeron de rodillas y alabaron a la Santísima Trinidad y al Santísimo Sacramento. Luego María señaló: “Rezan el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo.”

 

Oremos.

Madre, ruega con nosotros por la Iglesia de Cristo, para que anuncie con fidelidad a Jesucristo Resucitado, al estilo de nuestros tiempos. Ruega a Dios por nosotros, Madre.

Madre, ruega por tus hijos consagrados al servicio de Cristo en Su Iglesia, para que superen sus debilidades y sean felices desde su opción de vida. Ruega a Dios por nosotros, Madre.

Madre, ruega a Dios por tus hijos enfermos de mente, espíritu o cuerpo. Dales consuelo y asistencia oportuna en su condición y fortaleza y sabiduría a las personas que les rodean para tratarlos con misericordia. Ruega a Dios por nosotros, Madre.

Madre, ruega a Dios por la fe y la pureza de nuestros niños y jóvenes. Que encuentren personas que les guíen a Jesús y que modelen sus corazones para el amor y el servicio al prójimo. Ruega a Dios por nosotros, Madre.

Madre, que ruegas por nosotros ‘ahora y en la hora de nuestra muerte,’ recuerda a quienes ya no viven entre nosotros y rescátalos del Purgatorio. Ruega a Dios por nosotros, Madre.

Roguemos, hoy especialmente, para que los hombres y mujeres de este mundo hagamos la voluntad del Padre del cielo y, así, lleguemos a ser más hermanos y hermanas de Cristo, más hijos e hijas del Padre, y más hermanos y hermanas entre nosotros. “Dios te salve María ….”

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