Saints Timothy and Titus were among the earliest bishops and pastors of the Church. Both died toward the end of the first century. They were disciples and associates of Saint Paul and who seem to have attended the Council of Jerusalem with him. Saint Timothy represented St. Paul to various communities and, according to tradition, was eventually placed in charge of the Church at Ephesus. Saint Titus was asked to organize the Church in Crete. They are honored around the world today as good shepherds and as the leaders to whom the pastoral letters of the New Testament are addressed.
Jesus needed associates to share in His work; He first called the Twelve Apostles, but later invited 72 elders as well (Luke 10, 1-9). Similarly, St. Paul needed associates to work with him. Let’s not forget that the Lord needs us all!
We are all called to be Jesus’ co-workers, proclaiming by our lives that “the kingdom of God is very near to you.” If the Lord needs us to share in his work, we, in turn, need each other’s support if we are to respond to that call in a faithful way.
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Hoy celebramos la fiesta de dos asociados cercanos al apóstol San Pablo. San Pablo los puso al cuidado de comunidades cristianas y les escribió cartas para decirles lo que se espera de líderes de tales comunidades, especialmente de cómo deben ser siervos, servidores, y modelos del pueblo a ellos encomendado.
Hacemos hoy una memoria de la tradición eclesial (de la Iglesia). Timoteo y Tito son los nombres que representan a tantos y tantas que, desde los primeros años de historia de la Iglesia, fueron fieles al Evangelio y se esforzaron no solo por hacer de esa fidelidad el centro de su vida sino también por dar testimonio, por invitar a otros a conocer a Jesús, y por hacer realidad lo que es la esencia y razón de ser de la Iglesia: la Evangelización – la vocación misionera.
Oremos. “Oh Dios, los Santos Timoteo y Tito, asistentes de San Pablo, transmitieron a otros la poderosa Palabra de tu Hijo. Da a tu Iglesia hoy líderes creíbles que ejerzan el liderazgo viviendo según la misma Palabra y según el estilo de vida de Jesús. Que las palabras de nuestros pastores, en especial, muevan nuestros corazones y nos traigan la nueva vida de Jesucristo nuestro Señor. Amén.”
