En el Momento de Crisis~

Mis Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,

Estoy muy feliz de saludarlos a todos, aunque los saludo en estos tiempos difíciles y desafiantes para nuestro mundo, nuestro país, nuestra Iglesia, y ciertamente nuestra parroquia.

Quiero que sepan que la decisión que el Arzobispo tuvo que tomar de cancelar las Misas fue una de las decisiones más difíciles que ha tenido que tomar. Le dolió mucho privarlos a todos del Santo Sacrificio de la Misa que se ofrece todos los días y los fines de semana en nuestras parroquias, pero esta fue una decisión que simplemente tuvo que tomarse y, por supuesto, debemos poner la vida, la salud, y la seguridad de nuestra gente primero en este tiempo – especialmente para las personas mayores y nuestros hermanos y hermanas con problemas en sus sistemas inmunológicos u otros problemas de salud. Tal vez podemos convertirnos en portadores de este virus para ellos a pesar de que podríamos sentirnos bien. Por eso, entendemos estas directivas que estamos recibiendo de parte del estado de Oregon y solo tenemos que seguirlas lo mejor que podamos.

Queremos que sepan que la Iglesia y la parroquia local de Santa Cruz no los están abandonado, y no los abandonarán en estos tiempos.

Este es un momento en el que todos necesitamos unirnos muy estrechamente. Nuestros líderes en la Arquidiócesis y la parroquia no los dejaremos en este momento. Estamos muy cerca de ustedes en oración, pero también vamos a encontrar formas innovadoras e interesantes de mantenernos conectados con ustedes y de mantenernos conectados entre nosotros para ayudarnos y apoyarnos mutuamente en estos tiempos.

Sabemos que hay muchas preguntas sobre algunos de los asuntos litúrgicos y sacramentales que enfrentaremos durante estos tiempos. Al momento que vamos a tener respuestas, les vamos a avisar.

Principalmente, hermanos y hermanas, solo queríamos comunicarnos con ustedes y hacerles saber que estamos pensando en ustedes. Los amamos a cada uno de ustedes y vamos a superar esto juntos y creemos que seremos más fuertes y cercanos que nunca en cuanto lo superemos.

Que Dios esté con ustedes en estos tiempos con sus familias y seres queridos. Cuídense. Cuídense el uno al otro. Que la bendición de Dios descienda sobre ustedes y permanezca siempre.

Fr. Mark Bachmeier, Ana Carmina Pérez, y el Equipo Pastoral

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