7 de octubre: Nuestra Señora, La Virgen Del Rosario

Hoy la Iglesia celebra la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Las primeras palabras del Ave María, tomadas de los saludos del ángel y de Isabel a María, indican el lugar de María en la Historia de la Salvación: Dios la escoge para entregar a Cristo al mundo. Por eso, en la devoción del Rosario meditamos los misterios de Cristo, a los que se asoció la Virgen María. Con ella, nosotros también tenemos que colaborar a que la palabra de Dios se encarne en nosotros y, por medio de nosotros, en nuestros hermanos.

La Fiesta de hoy es una gran oportunidad para demostrar nuestro amor a la Madre de Dios, a través del rezo del Rosario. Esta especial oración no solo ayuda a los católicos a profundizar en los misterios de la vida de Jesús y de su madre, sino que fortalece la vida cristiana y concede gracias especiales que la Virgen María prometió a la humanidad.

Un consejo práctico – rezar mientras se realizan quehaceres: muchas actividades no requieren pensar mucho, porque las hacemos mecánicamente. Cuando se pica la cebolla, se tiende la ropa o se lava el auto también se puede rezar el Rosario. Así como cuando las personas que se aman piensan en el otro sin importar la actividad que realicen, el Rosario ayuda a permanecer en sintonía con el corazón de Jesús y María.

Oremos. “Fortalece, Dios misericordioso, nuestra debilidad, para que todos los que ahora recordamos con veneración a la santa Madre de Dios, Nuestra Señora del Rosario, podamos, por su intercesión y ayuda, participar de la vida nueva de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.”

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