4 de mayo: Tanto Amó Dios Al Mundo….

¿A través de qué signos podemos entender que tanto amó Dios al mundo que le entregó a su propio Hijo? ¿Cómo experimentar este amor incondicional, inefable (donde palabras son insuficientes), en medio de nuestras pobres experiencias de cada día? No se trata de una experiencia reservada a una élite, porque, de hecho, quienes más profundamente perciben este misterio son, de ordinario, las personas sencillas.

Si hay tantos que dicen no percibir este amor, ¿no será prueba de que estamos viviendo una cultura de la autoafirmación y del orgullo? ¿Cómo es posible que seamos sensibles a tantas cosas menores y hayamos perdido sensibilidad para percibir lo único que realmente merece la pena?

Todas estas preguntas son importantes para caer en la cuenta de que estamos despiertos y de que todavía podemos estremecernos ante la revelación de Jesús: ¡tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna!

Oremos. “Padre, tú amaste tanto al mundo, es decir a nosotros, que nos diste a tu único Hijo para liberarnos de nosotros mismos y para darnos vida eterna. Danos, por favor, a tu Hijo para que permanezca con nosotros y para que haga que el amor, la justicia, y la paz lleguen a ser realidades siempre nuevas entre nosotros, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.”

footer-logo
Translate »