3-4 de junio: Preparándonos para Celebrar la Misa Dominical

Terminado el tiempo Pascual, la Iglesia dedica el domingo siguiente a Pentecostés a celebrar el misterio de la Santísima Trinidad. Todas las Misas y toda nuestra oración (individual y como pueblo) son Trinitarias. No obstante, la Iglesia quiere destacar de manera especial este misterio por ser el centro y fundamento de la vida católica.

Lamentablemente no solemos destacar por vivir nuestra vida arraigados en este misterio; nos hemos quedado en que es un misterio inabarcable y de ahí apenas hemos pasado. Es cierto que el misterio no lo podemos abarcar, pero este misterio es para vivirlo y amarlo según Dios se nos revela, más que para comprenderlo. Y Dios se nos manifiesta como amor.

En la Eucaristía del domingo vamos a reflexionar y orar, y vamos a adorar a Dios y le vamos a dar gracias porque Él es grande, santo, todopoderoso, tan por encima de nuestra comprensión humana, y sin embargo tan tierno y cercano a nosotros por su amor. Que toda nuestra vida llegue a ser un acto de acción de gracias y de alabanza.

footer-logo
Translate »