16 de agosto: El Señor Nos Conoce y Nos Ama

“¿Qué habrá entonces para nosotros?” (Mateo 19, 23-30) San Pedro personifica la típica mentalidad humana. Nos inclinamos a invertir sólo en aquellas empresas que traen algún rendimiento significativo, incluso en el ámbito espiritual. ¡Cuántas personas buscan a Dios sólo para utilizarlo como un cajero automático de múltiples maneras!

Por supuesto, Dios satisface nuestras necesidades físicas, psicológicas, y espirituales. Por lo tanto, Jesús respondió a la pregunta de San Pedro de forma comprensiva y positiva y les prometió grandes beneficios. Sin embargo, en cuanto Jesús les prometió asientos de jueces en el Reino, ¡los hijos del trueno hicieron que su madre le pidiera a Jesús asientos privilegiados en el Reino! (Mateo 20, 20-21) Sin embargo, a medida que su seguimiento de Jesús se hacía más cercano e íntimo, cambiaron. Sus intereses personales se desvanecieron y llegaron a perder la vida por Él. Al fin de todo, sabemos que el Señor nos conoce y nos ama, y que estamos en sus manos. ¡Por eso, no preocuparse!

Oremos. “Oh Dios, nos quedamos fácilmente satisfechos de nosotros mismos y de nuestros pequeños mundos. Despiértanos, y danos el valor de caminar con tu Hijo en esta hermosa aventura de esperanza y amor. Que nos preguntemos a nosotros mismos no lo que hemos hecho por ti, sino qué es lo que no hemos hecho todavía y lo que aún nos queda por dar. Por el poder de tu gracia, ayúdanos a seguir a tu Hijo generosamente. Concédenos todo esto por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.”

footer-logo
Translate »