16-17 de julio: Preparándonos para Celebrar la Misa Dominical

El Evangelio de este domingo nos va a presentar las dos hermanas de Betania: Marta y María. Posiblemente espontáneamente, nos resulta más simpática Marta que María. Nos identificamos más fácilmente con ella: trabajadora, dispuesta, acogedora, y pendiente de lo que hace falta para que el ilustre invitado (su amigo Jesús) esté a gusto.

María en cambio, sabe sentarse a disfrutar de la compañía. No es que sea una vaga, o que prefiera no dar ni golpe. Ante la ocasión que se le ha presentado de sentarse a escuchar un rato al Maestro, sabe que todas las demás cosas pueden esperar. Luego las realizará con más ilusión, con más interés, con sentido, y con mucha más paz.

El Evangelio nos está recordando que Jesus nos quiere visitar y cómo debe ser nuestra actitud para recibirlo, ya que su visita es lo único importante y lo que realmente debe retener toda nuestra atención. En verdad, el Señor viene a nosotros y nos pide que lo recibamos y lo escuchemos, previniéndonos acerca de los excesivos afanes, preocupaciones, y ansiedades por tantas cosas que nos rodean y que generalmente ponemos en primer lugar, lo que nos impide una actitud de escucha y meditación de la Palabra de Dios.

Jesús nos manifiesta que viene a traernos el Reino de Dios, lo único importante y ante lo cual todo lo demás debe ceder en importancia.

Oremos. “Padre amoroso, tú nos invitas a escuchar el mensaje de Jesús, tu Hijo, y a aceptar de Él tu paz y tu amor. Que sepamos nosotros acogerle con entusiasmo para vivir en (y con) su paciencia, esperanza, y alegría. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.”

footer-logo
Translate »