10 de diciembre: Abriendo Nuestras Mentes y Corazones

Cuando leemos la Biblia, necesariamente escuchamos su significado desde nuestro contexto cultural y nuestra posición en la sociedad. Pero no podemos detenernos ahí si queremos descubrir capas más profundas de significado.

En los tiempos de Jesús, aquellos sin acceso al poder (religioso o político) eran en gran medida ignorados, pero el mensaje de Jesús puso a estas poblaciones sin poder al frente y en el centro. Desafió a la gente de su tiempo que ejercía el poder a escuchar desde una perspectiva diferente. Nuestro desafío también es ponernos en la posición de los “mas pequeños” y determinar si permitiremos que las palabras de Jesús nos liberen de la normas que están en conflicto con el Evangelio.

Oremos. “Jesús, enséñanos por intercesión de los Santos a abrir nuestras mentes y corazones al poder de tu mensaje. Recuérdanos que leamos y recemos con tus enseñanzas desde la perspectiva de los pobres, los olvidados, y los marginados. Prepáranos para recibirte con pobreza de espíritu. Te lo pedimos en tu Santo Nombre. Amén.”

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Anticipando las festividades de mañana, pidamos la intercesión de San Juan Diego: “San Juan Dieguito, tú que fuiste elegido por Nuestra Señora de Guadalupe como instrumento para mostrar a tu gente y al mundo que el camino del cristiano es uno de amor, compasión, comprensión, valores, sacrificios, arrepentimiento de nuestros pecados, aprecio y respeto por la creación de Dios, y por encima de todo, uno de humildad y obediencia. Tú, quien ahora sabemos que estás en el Reino de nuestro Señor y cerca de nuestra Madre, sé nuestro intercesor y protégenos. Quédate con nosotros mientras luchamos en esta vida sin saber, la mayor parte del tiempo, donde fijar nuestras prioridades. Ayúdanos a orar a Dios, por medio del Corazón de nuestra Señora de Guadalupe hacia el Corazón de Jesús, para obtener los dones del Espíritu Santo y usarlos para el bien de la humanidad y el bien de nuestra Iglesia. Ruega por nosotros. Amén.”

Nota Pastoral: Los domingos (incluyendo Epifanía, Domingo de Ramos, Domingo de Pascua, y Domingos de Adviento) son siempre obligatorios o “Días Santos” de Obligación. Para crecer en fe y santidad, es buena idea tratar de descubrir la riqueza y la belleza contenidas en el calendario litúrgico de la Iglesia. Los días santos y solemnidades son un gran lugar para enriquecer la vida espiritual. Una regla básica es esta: los Domingos y otras Solemnidades siempre tienen prioridad. Por eso, cuando la celebración de la Virgen de Guadalupe cae en Domingo, debemos observar (como en este año) la Misa del Domingo (Segundo Domingo de Adviento).

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