Los Cubrebocas

Estamos tomando medidas urgentes para frenar la propagación del virus y de la infección. La crisis es urgente y muchos de nosotros nos sentimos impotentes. Pero tal vez sentirse pequeño es el mejor recordatorio para orar. La oración es la forma en que practicamos activamente la creencia, tan sencilla y tan confiadamente, de que Dios tiene el mundo entero en sus manos. “En toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4,6-7) La oración nunca es el último recurso del pueblo de Dios. Es nuestro primer punto de acción.

“O Dios, te pedimos por las personas en cada barrio, comunidad, y ciudad. Que tu Espíritu Santo nos inspire a orar, a dar, a amar, a servir, y a proclamar el Evangelio, para que el nombre de Jesucristo sea glorificado en todo el mundo. Confiamos en que eres bueno y haces el bien. Enséñanos a ser tu pueblo fiel en estos tiempos de crisis global. Ayúdanos a seguir los pasos de nuestro Buen Pastor, Jesús, que entregó su vida por amor. Glorifica su nombre mientras nos equipas con todo lo necesario para hacer tu voluntad. Amén.”

Los cubrebocas son una herramienta médica ideal para evitar la propagación de enfermedades, los cuales han tomado gran importancia en estos tiempos de pandemia por coronavirus. Por esta razón, el gobierno emitió una serie de recomendaciones para la colocación, uso, y desecho correcto de cubrebocas:

  • Lavarse las manos antes de colocar el tapabocas y después de retirarlo.
  • No tocar la tela del cubrebocas con las manos, hacerlo de los elásticos.
  • Revisar cuál es el lado correcto para la colocación: las costuras gruesas van hacia adentro.
  • No utilizar los tapabocas como diadema o collar: el cubrebocas debe cubrir todo el tiempo nariz y boca.
  • No compartir los tapabocas con nadie, son de uso personal.
  • Es de suma importancia no dejarlo sobre superficies sucias.
  • Si es de solo un uso, el tapabocas debe ser desechado de manera responsable: destruirlo con el apoyo de unas tijeras, colocar los pedazos en una bolsa de plástico, sellarla correctamente y colocarla en los desechos inorgánicos no reutilizables (sanitarios).
  • En caso de ser un tapabocas de tela, lavarlo diariamente.
  • El cubrebocas no debe desecharse en la vía pública, pues podrían convertirse en un foco de infección.

Además de esto, el gobierno sigue instando a la ciudadanía a desinfectarse las manos antes de iniciar y después de concluir sus viajes en el transporte público con gel antibacterial (con alcohol al 70%) o lavándose las manos con agua y jabón. También, evitar tocarse el rostro, los ojos, boca o nariz con las manos.

Hay cubrebocas (gratis y disponibles) en la oficina parroquial. Quisiéramos agradecer a Nancy Wissbaum, Evelyn Loso, Pat Yoder, Leigh Little, Anna Cools, Teri Gruen, Dick & Nina Wisher, y los demás miembros de su equipo por hacerlos.

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