Hoy, la Iglesia celebra la Fiesta de San Marcos, Evangelista. San Marcos, en primer lugar, siguió a San Pablo en Jerusalén en el trabajo Apostólico, y más adelante siguió los pasos de San Pedro, que lo llama su “hijo” (en la fe). Se dice que su Evangelio recogió la catequesis de San Pedro a los Romanos y que fue él que instituyó la Iglesia de Alejandría (en Egipto). Dicen que fue nombrado obispo de Alejandría y que allá en esa ciudad fue martirizado por los enemigos de la religión un 25 de abril. La ciudad de Venecia (Italia) lo eligió como patrono y construyó en su honor la Catedral de San Marcos.
Oremos: “Señor, tú que confiaste a San Marcos la misión de proclamar el Evangelio, concédenos aprovechar sus enseñanzas para seguir fielmente el ejemplo de Jesucristo, el cual vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.”
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