23 de marzo: Preparándonos para Celebrar la Misa Dominical

El Domingo de Ramos y durante los días de la Semana Santa, vemos a Jesús en toda su flaqueza humana, tanto como la nuestra, excepto en el pecado. Pero también le vemos en su determinación de amor y en su valor para cumplir la misión para la que había venido a este mundo. Finalmente vemos a Jesús en su triunfo. Primero en un triunfo muy provisional y frágil cuando la muchedumbre le aclama como Mesías, pero que pocos días más tarde se vuelve contra Él. Después, en el triunfo definitivo de su Resurrección.

Vemos cómo Él estaba con nosotros (su Pueblo) en las profundidades de la angustia y la soledad. Podemos comprenderle y sentir como Él.

Jesucristo nos invita a superar todos los miedos, el mal, y hasta la misma muerte. ¡Vengan, vayamos con Él!

Oremos. “Oh Dios, en Jesucristo tu Hijo nos has mostrado que el camino que conduce a la victoria es el camino del servicio amoroso y de la disponibilidad para pagar el precio del sacrificio mostrando así un amor fiel e inquebrantable. Danos la mentalidad y la actitud de Jesús, para que aprendamos a servir como Él y como Él amar a los demás sin contar el precio. Que así lleguemos a ser victoriosos con Él, que es nuestro Señor y Salvador por los siglos de los siglos. Amén.”

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