Hoy celebramos la Fiesta de los Santos Mártires de China. El hecho de que un gran número de fieles laicos chinos haya ofrecido la vida a Cristo juntamente con los misioneros (sacerdotes y religiosas) que les habían anunciado el Evangelio y se habían prodigado por ellos pone en evidencia la profundidad de los vínculos que la fe en Cristo establece, reuniendo en una sola familia personas de razas y culturas diversas, estrechamente hermanados entre sí, no ya por motivos políticos, sino en virtud de una religión que predica el amor, la fraternidad, la paz, y la justicia.
Declaración – Martirologio Romano (el Vaticano): Santos Agustín Zhao, presbítero, Pedro Sans i Jordá, obispo, y compañeros, mártires, que en distintos lugares de China y en distintos tiempos fueron testigos del Evangelio de Cristo con sus palabras y con sus obras, y, por haber predicado y confesado la fe, sufrieron persecución, mereciendo por ello pasar al banquete eterno de la gloria. Santos Mártires, ruegan por nosotros.