13-14 de marzo: Preparándonos para Celebrar la Misa Dominical

Tanto Amó Dios al Mundo… (Juan 3,14-21) Si fuéramos realmente conscientes de cuánto nos ama Dios ¿cómo podríamos permanecer indiferentes o rehusar nada a Dios? Si creemos firmemente que Él nos encuentra dignos de amor, ¿cómo pudiéramos no poner nuestra confianza en Él? Él no nos fuerza: simplemente nos invita: “Éste es mi amor hacia ti; ¿te gustaría aceptarme a mí y mi amor? ¿Te gustaría compartir mi amor con otros amándolos a ellos también?” ¿Qué respuesta le damos a Dios, por medio de Jesucristo?

Ya a la mitad de este tiempo fuerte de Cuaresma, del cual hemos vivido tres semanas, celebramos hoy el cuarto domingo, y comenzamos a vivir las tres semanas que nos restan para llegar a la Pascua; por eso ya este domingo es de una alegría “pre-pascual” en medio del rigor de la Cuaresma, y por eso es llamado “Laetare,” que significa alégrate, regocíjate.

El inmenso amor de Dios, que supera totalmente nuestra inteligencia, se nos manifiesta plenamente en el envío de su Hijo, para que muriendo en la Cruz, nos obtenga el perdón de los pecados. Y quien ha descubierto el camino de seguimiento de Jesús, se siente transformado, renacido, y dispuesto a reiniciarse en una vida más limpia y de mayor servicio a los hermanos y hermanas. Los viejos tiempos ya no cuentan y una nueva vida se abre ante los ojos de los creyentes.

Oremos. “Padre, lleno de gracia y de amor, tú todavía amas tanto al mundo que sigues entregándole a Jesús, tu Hijo. Que su Cruz sea para nosotros la señal de que estás con nosotros en días de miseria, prueba, y aflicción. Que podamos mirarle como modelo y aprender de Él a abrir nuestras manos y corazones, unos a otros y a darnos a nosotros mismos con nuestros dones. Y que esto ayude al mundo a percibir tu luz y a aceptar al Hijo que nos has dado, Jesucristo, nuestro Señor, por los siglos de los siglos. Amén.”

footer-logo
Translate »