8 de septiembre: La Natividad de la Virgen María

La Iglesia celebra hoy la Fiesta de la Natividad de la Virgen María. Su Fiesta nos ofrece la oportunidad de contemplar a ella como un ser privilegiado, alejado en cierto sentido de nosotros. Pero, si lo consideramos con detención a la luz de la Fe, comprendemos que los “privilegios” de María hablan, en realidad, de las gracias que Dios quiere derramar sobre todos nosotros por medio de Cristo.

Así, si María nació inmaculada, sin mancha de pecado, esto nos habla de aquello que, según el designio de Dios, creador de un mundo “muy bueno,” sin sombra de mal (lleno de gracia), debería ser una realidad en todos nosotros, y puede llegar a serlo, puesto que todos estamos llamados a ser santos e inmaculados en el amor (Efesios 1, 4). En María vemos la extrema bondad con la que el mundo salió de las manos de Dios y, en consecuencia, lo que todos deberíamos ser y seremos por medio de Cristo.

No nos sorprendamos de estar tan conectados con María. Ella nos entrega a Jesús, permanece junto a Él durante toda su vida, y por su muerte se convierte también en nuestra madre. Que nosotros también permanezcamos junto a Jesús toda nuestra vida.

footer-logo
Translate »