Celebramos hoy la Solemnidad de la Concepción de Santa María, “la llena de gracia.” Hoy se celebra que, en previsión del nacimiento y de la muerte salvífica del Hijo de Dios, desde el primer instante de su Concepción, Santa María fue realmente llena de gracia y bendita entre las mujeres, por singular privilegio de Dios.
A un mundo en espera de salvación, María le dio un Salvador, porque dijo su “Sí” al Plan de Dios. A un mundo que hoy busca y espera sentido y esperanza, le podemos dar nosotros la paz y la justicia de Cristo, si estamos también dispuestos a decir nuestro “Sí” a los designios de Dios para nosotros y para el mundo. Porque Él nos ha llamado a continuar la misión que Él mismo comenzó en Jesús, con la eficaz colaboración de María.
Dios nos llama en Cristo a ser santos e intachables; y, como María, a vivir en la presencia de Dios. Que ojalá sepamos nosotros responder al llamado de Dios.
Oremos. “Padre, que tu gran amor nos ayude a superar nuestra fragilidad y que la intercesión de Santa María, la llena de gracia, nos ayude a entregarnos incondicionalmente a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.”
