8 de diciembre: Inmaculada Concepción

Lo que la Iglesia celebra hoy, en la Fiesta de la Inmaculada Concepción, es que la Virgen María estuvo llena de Dios desde el primer instante de su vida, no porque ella fuera capaz de hacer nada de especial, sino simplemente porque el Señor la había elegido para ser la Madre de su Hijo.

Celebramos que Dios ha triunfado totalmente del mal en la persona de María, nuestra hermana mayor, una de nuestra raza. Eso nos da la esperanza de que Dios un día triunfará sobre el mal y el pecado, también en nosotros. También nosotros hemos sido elegidos y llamados a la santidad desde toda eternidad (Efesios 1, 3-6. 11-12). Al final, no contará nuestro pecado sino el amor infinito que Dios nos tiene y nos ha manifestado en Cristo Jesús. Al final, también, cada uno de nosotros sabrá acoger ese amor.

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Para reflejar: A un mundo en espera de salvación, María le dio un Salvador, porque dijo su “Sí” al Plan de Dios. A un mundo que hoy busca y espera sentido y esperanza, le podemos dar nosotros la paz y la justicia de Cristo, si estamos también dispuestos a decir nuestro “Sí” a los designios de Dios para nosotros y para el mundo. Porque Él nos ha llamado a continuar la misión que Él mismo comenzó en Jesús, con la eficaz colaboración de María.

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Oremos. “Señor Dios, nuestra Madre María oyó la Palabra dirigida a ella en tu nombre, por medio del mensajero, y ella se puso a tu servicio. Que ella nos estimule a romper la cadena del pecado, en nosotros y en el mundo que nos rodea, y a reemplazarlo con un raudal de bondad y misericordia que salte hasta la vida eterna. Concédenoslo por Cristo nuestro Señor. Amén.”

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Horario de Misas hoy: 8:30am, 5:30pm, y 7pm

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