5 de septiembre: Día del Trabajo

En el Nuevo Testamento de la Biblia, en su Carta, el Apóstol Santiago nos instruye a no mostrar parcialidad mientras nos adherimos a la fe. Él nos dice que actuamos como jueces malintencionados cuando nos mantenemos alejados de los pobres y necesitados. (2, 1-5)

El Papa Francisco ha señalado un punto similar cuando observa que a veces justificamos nuestra indiferencia por los pobres, desempleados, y necesitados mirando hacia otro lado y viviendo nuestras vidas como si simplemente no existieran. No solo nuestras acciones son insuficientes, sino también nuestra vista, cuando ignoramos a los pobres y no permitimos que sus súplicas toquen nuestros corazones. Aceptemos juntos el desafío de construir una economía que funcione para todos los hijos e hijas de Dios.

Este Día del Trabajo, muchos trabajadores y sus familias tendrán necesidades urgentes e ineludibles. Les pedimos que se unan a nosotros en oración especial por ellos y por todos los trabajadores, especialmente quienes están desempleados y luchando por vivir dignamente. Nuestro Dios guie a nuestra nación en la creación de políticas económicas más justas que honren la dignidad del trabajo y los derechos de los trabajadores.

San José, santo patrón de los trabajadores, ruega por nosotros.

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