5-6 febrero: Preparándonos Para Celebrar la Misa Dominical

Según el Evangelio del domingo (Lucas 5, 1-11), San Pedro había tenido mala suerte pescando aquella noche: bregando y afanándose con su barca, sin conseguir nada. Le mandó Jesús remar mar adentro (literalmente, “hacia la zona profunda del mar”) y ponerse a pescar.

La invitación de Jesúsrema mar adentro” fue de lo más inoportuno. Era como una vuelta de tuerca más. Con la fatiga de toda una noche, y con la desilusión de no haber conseguido nada, a pesar de ser un pescador experimentado, y cuando sus compañeros se iban retirando a descansar, un desconocido –“carpintero” para más señas – le dice que lo intente de nuevo, y que vuelva al mar.

Jesús suele acercarse a los hombres proponiendo extrañas exigencias, peticiones aparentemente absurdas o inoportunas. ¿Pero cómo se le ocurre que salgamos a pescar “de día?” ¡Cualquier pescador del mar de Galilea sabe que las horas de pescar son las de la noche!  Lo que aquí se nos explica es que Jesús quiere sacarnos de nuestras rutinas, de nuestras experiencias de vacío después de haber peleado tanto sin conseguir apenas nada. Busca personas dispuestas a “moverse” y a meterse al mar, a “mojarse,” que no tengan miedo ni pereza para dejar la tranquila orilla donde nunca pasa nada, y desde luego, donde nunca pescaremos nada. Con el lenguaje de la psicología de hoy, podríamos decir que Jesús nos invita a salir de nuestra “zona de confort,” de nuestras cosas conocidas, para que descubramos y consigamos otras mejores.

San Pedro decide confiar:por tu palabra echaré las redes.” De nuevo la “Palabra de Jesús” que pide “acción.” Esa Palabra que puede parecernos absurda, incómoda, fuera de lugar … cuando la escuchamos en la oración y en la Misa. Pero “por tu Palabra,” porque tú lo dices y lo pides, voy a fiarme. Y llega el éxito por el que tanto nos habíamos fatigado, obtenemos más de lo que hubiéramos imaginado. No sólo unas redes llenas, sino una vida “distinta,” que importa mucho más.

Elrema mar adentro” de Jesús a San Pedro tiene que convencernos de que, si deseamos ver milagros hoy, si queremos llenar la barca, deberíamos obedecer (literalmente “escuchar la Palabra”) como San Pedro, y tener su misma confianza.

Oremos. “Padre, haznos a todos y cada uno de nosotros capaces de realizar nuestra misión y envíanos  “mar adentro” con la fuerza de tu gracia, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.”

footer-logo
Translate »