22-23 de julio: Preparándonos para Celebrar la Misa Dominical

¿Qué significa prepararse para asistir a la Misa? Para con muchos, parece muy difícil poder estar en forma para algo tan grande: la actualización del sacrificio de Jesús en la Cruz. La celebración de la Eucaristía es algo para lo que nunca vamos a estar preparados.

El Papa Francisco nos advierte de esto cuando dice que “la Eucaristía no es un premio para los buenos, sino la fuerza para los débiles; para los pecadores es el perdón, el viático que nos ayuda a andar, a caminar.” Por esto, la primera preparación para la Misa es la misa misma. En ese sentido, no hay que esperar a estar listos para acudir a ella. Lo mismo se aplica cuando queremos invitar a asistir a personas que quizás todavía no están muy convencidas de su fe: Dios actúa de una forma muy particular en la Eucaristía, y esta actuación va más allá de lo que nosotros podamos medir.

Sin embargo, una forma de prepararnos consiste en leer antes las lecturas y el Evangelio de la Misa. Tomarse unos minutos para meditar en la Palabra de Dios puede hacer que nuestra participación sea más intensa y dé más frutos. Llegar temprano y dedicar unos minutos a rezar antes de que inicie la celebración Eucarística también ayuda a que el corazón esté mejor dispuesto. Podemos hacer lo mismo cuando finaliza la Eucaristía: rezar al finalizar el canto final para darle gracias a Dios y pedirle que nos ayude a vivir la Misa durante toda la semana.

Para leer las lecturas antes de la Misa: https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/073223.cfm

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