19 de agosto: El Nuevo Ritmo de la Esperanza

Como todos sabemos de experiencia, en medio de la pandemia de COVID-19, muchas familias han sufrido por la pérdida de trabajo, la muerte de algún ser querido, o se encuentran luchando por no caer en el desánimo. A momentos así, es importante recordar que la esperanza (que viene de Dios) nos da un nuevo ritmo.

A momentos así, podemos recordar el consejo que nos dio San Agustín (hace muchos siglos): “Reza como si todo dependiera de Dios, trabaja como si todo dependiera de ti.” Su consejo nos puede servir como “luz en el camino” en medio del dolor causado por la pandemia del coronavirus.

Ahora debemos recordar que todos nos necesitamos. Todos corremos el riesgo de sentirnos solos y abandonados en medio de la tragedia del virus y la peor de nuestras fragilidades es aquella que nos hace indiferentes o egoístas aún en medio de tanto dolor. El Señor nos está llamando a hacer cosas positivas, en la medida de nuestras posibilidades, para que las demás personas puedan sentir acogidas, acompañadas, consoladas, y atendidas. Esto es parte del “ser comunidad de hermanos y hermanas,” capaces de compartirlo todo en el amor de Cristo.

Oremos.Dios de todas las edades y lugares, durante este tiempo, cuando el orden de cada día ha sido suplantado por medidas drásticas y directrices de emergencia, danos la gracia para vivir cada día lo más enteramente posible. Danos paciencia cuando nos sentimos intranquilos. Danos determinación para enfocarnos, no en las inconveniencias a corto plazo, sino en las acciones de cada día que contribuyen a metas a largo plazo para todos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.”

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