Cuando hablamos de nuestra necesidad de defender a la Vida, hablamos también de la importancia de formar la conciencia y la responsabilidad moral que le corresponde a cada católico de escuchar, recibir, y actuar según la doctrina de la Iglesia en la tarea para toda la Vida. Las más importantes de esas enseñanzas son los cuatro principios básicos de la doctrina social católica: la dignidad de la persona humana, el bien común, la subsidiariedad, y la solidaridad (según el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, no. 160). Con esta base, los católicos están mejor equipados para evaluar posturas políticas, los programas de los partidos políticos, y las promesas y acciones de los candidatos a la luz del Evangelio y la doctrina moral y social de la Iglesia para ayudar a construir un mundo mejor.
“Como un regalo de Dios, toda Vida humana es sagrada desde la concepción hasta la muerte natural. La Vida y la dignidad de cada persona deben ser respetados y protegidos en todas las etapas y en cada condición. El derecho a la Vida es el primer y más fundamental principio de los derechos humanos que lleva a los católicos a trabajar activamente por un mundo de mayor respeto por la Vida humana y de mayor compromiso con la justicia y la paz.” — Obispos Católicos Estadounidenses sobre La Vida Humana y La Dignidad
