11 de noviembre: San Martín de Tours (Día de los Veteranos)

Hoy celebramos la Fiesta de San Martín de Tours. Durante más de 15 siglos ha sido recordado por el hecho que le sucedió siendo joven y estando de militar en Amiens (Francia). Un día de invierno muy frío se encontró por el camino con un pobre hombre que estaba tiritando de frío y a medio vestir. Martín, como no llevaba nada más para regalarle, sacó la espada y dividió en dos partes su manto, y le dio la mitad al pobre. Esa noche vio en sueños que Jesucristo se le presentaba vestido con el medio manto que él había regalado al pobre y oyó que le decía: “Martín, hoy me cubriste con tu manto.”

Después de sus sueños, se presentó a su general que estaba repartiendo regalos a los militares y le dijo: “Hasta ahora te he servido como soldado. Déjame de ahora en adelante servir a Jesucristo propagando su santa religión.” El general quiso darle varios premios pero él le dijo: “Estos regalos repártelos entre los que van a seguir luchando en tu ejército. Yo me voy a luchar en el ejército de Jesucristo, y mis premios serán espirituales.”

Como sacerdote y, después, obispo de Tours, San Martín siempre predicó de que “el Reino de Dios está entre nosotros.” Está aquí, realmente, si hemos aceptado a Cristo y le hemos dejado que ilumine nuestras vidas – como lo hizo San Martín. Cristo está también en realidades que no son directamente mensurables: justicia, perdón, paz, y bondad. Que Dios todopoderoso nos ayude a construir su Reino sobre esas bases, con Cristo, y nos bendiga para esta misión.

Oremos. “San Martín, bendito obispo de Tours, que tus virtudes y caridad nos acompañen siempre, nosotros no dejaremos de rezar y agradecer al Altísimo los favores concedidos, y seremos caritativos con todos nuestros hermanos y necesitados. Intercede por nosotros, y líbranos y protégenos de todo mal. Por Cristo Jesús. Amén.”

Extra: El medio manto de San Martín (el que cortó con la espada para dar al pobre) fue guardado en una urna y se le construyó un pequeño santuario para guardar esa reliquia. Como en latín para decir “medio manto” se dice “capilla,” la gente decía: “Vamos a orar donde está la capilla.” Y de ahí viene el nombre de capilla, que se da a los pequeños salones que se hacen para orar.

footer-logo
Translate »