O Dios, como hemos visto, el mundo que nos ha dado puede ser terrible, peligroso, insoportable …. ¡Que la luz de la victoria de tu Hijo brille de tal manera en este valle de lágrimas que nuestros corazones permanezcan llenos de alegría a lo largo del camino!
Según el Catecismo de la Iglesia Católica: “La Pascua no es simplemente una fiesta entre otras: es la Fiesta de las fiestas, Solemnidad de las solemnidades, como la Eucaristía es el Sacramento de los sacramentos (‘el gran Sacramento’). San Atanasio la llama ‘el gran domingo,’ así como la Semana Santa es llamada en Oriente ‘la gran Semana.’ El Misterio de la Resurrección, en el cual Cristo ha aplastado a la muerte, penetra en nuestro viejo tiempo con su poderosa energía, hasta que todo le esté sometido.” (No. 1169)
Después de la Cuaresma y el Triduo Pascual, estamos listos para celebrar la victoria de nuestro Señor Jesús sobre la muerte, listos para celebrar su Resurrección durante cincuenta días. La oración y mantener la esperanza deben ser nuestras prioridades, especialmente ahora durante de la pandemia. Nuestra familia parroquial debe reflejar el espíritu de la Pascua, ¡el espíritu de la alegría y la victoria de Jesús nuestro Señor!
Los primeros ocho días de la Pascua constituyen “la octava” y se celebra como solemnidad del Señor. Durante estos días se canta especialmente el Aleluya.
