St. Andrew was the brother of St. Peter. They seem to have come from Bethsaida, although at the beginning of Jesus’ public life they were in Capernaum, plying their trade as fishermen. From St. John’s Gospel (1, 40), we know that St. Andrew was a disciple of St. John the Baptist before becoming a disciple of Jesus and eventually one of the Twelve Apostles. As a result of his first encounter with Jesus, St. Andrew came to realize that Jesus was the Messiah. He then went to tell his brother, whom he brought to Jesus. He did much the same later (as is recounted in John 12, 20-26), leading a group of “Greeks” who wanted to meet Jesus. And, after the Resurrection of Jesus, St. Andrew did this on a grand scale as he went far and wide to proclaim the Gospel.
Each one of us, through our Baptism, has received a calling much like that of St. Andrew: to go out, to invite others to “meet” Jesus, and to bring Christ’ life and their lives together. Let’s be sure to ask St. Andrew to help us in following Jesus freely and unconditionally, and in learning how to share our faith effectively with those around us.
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Celebramos hoy la Fiesta de San Andrés, Apóstol, hermano de San Pedro, y pescador como él. Fue el primero de los discípulos de San Juan el Bautista a quien llamó el Señor Jesús junto al Jordán y que le siguió, trayendo consigo a su hermano. La tradición dice que, después de Pentecostés, predicó el Evangelio en Acaya y que fue crucificado en Patras.
Según los Evangelios, San Andrés trajo a varias personas (como su hermano) o grupos a Jesús (a algunos griegos que buscaban a Jesús, por ejemplo). También, en la multiplicación de los panes se dio cuenta del muchacho que tenía los panes y los peces y lo acercó a Jesús. Con San Andrés, llevemos a la gente a Jesús – atraigamos a la gente a Jesús por nuestra forma de vivir, según el Evangelio. Porque somos también parte de la Iglesia misionera.
Oremos: “Dios nuestro, tú que llamaste al Apóstol San Andrés para que fuera predicador del Evangelio y pastor de tu Iglesia, haz que sea siempre ante ti nuestro poderoso intercesor. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.”
