The initial response of the Archbishop of San Antonio to the senseless tragedy brought upon us all, especially the community in Uvalde, TX:
Statement of Archbishop Gustavo Garcia-Siller, MSpS, regarding Uvalde Elementary School shooting:
There are no words to adequately convey the deep sadness and sorrow and overwhelming shock at the incomprehensible loss of life of 19 children and two adults at Robb Elementary School in Uvalde Tuesday afternoon at the hands of a young gunman. When will these insane acts of violence end? It is too great a burden to bear. The word tragedy doesn’t begin to describe what occurred. These massacres cannot be considered “the new normal.” The Catholic Church consistently calls for the protection of all life; and these mass shootings are a most pressing life issue on which all in society must act — elected leaders and citizens alike. We pray that God comfort and offer compassion to the families of these little ones whose pain is unbearable. They must know that we are with them and for them. May the Lord have mercy on us all. From the Book of Wisdom, “The souls of the just are in the hands of God. … They are in peace.”
Declaración del Arzobispo Gustavo García Siller, MSpS, sobre tiroteo en Escuela de Uvalde:
No existen palabras para transmitir adecuadamente la profunda tristeza, el dolor y la conmoción abrumadora por la incomprensible pérdida de la vida de 19 niños y dos adultos en la Escuela Primaria Robb en Uvalde el martes por la tarde, a manos de un joven pistolero. ¿Cuándo terminarán estos demenciales actos de violencia? Son una carga demasiado pesada. La palabra tragedia no comienza a describir lo que ocurrió. Estas masacres no pueden considerarse “la nueva normalidad.” La Iglesia Católica llama constantemente a la protección de toda forma de vida, y estos tiroteos masivos son un problema de vida muy apremiante sobre el que todos en la sociedad deben actuar, tanto los líderes electos como los ciudadanos. Oramos para que Dios consuele y ofrezca compasión a las familias de estos pequeños. Su dolor es insoportable. Deben saber que estamos con ellos y para ellos. Que el Señor tenga misericordia de todos nosotros. El Libro de la Sabiduría dice que “Las almas de los justos están en manos de Dios … Ellos están en paz.”
