7 de abril: Miércoles de Pascua (Octava de Pascua)

Nuestro Dios es el Dios autor de toda la creación, el Dios de la vida, el hacedor de todas las cosas que hay en los cielos y en la tierra. Podemos experimentarlo especialmente en esta época del año, en la que vemos tantos pequeños signos de nueva vida y de crecimiento por todas partes. Las flores y las plantas empiezan a florecer; podemos escuchar el canto de los pájaros afuera de nuestras ventanas.

Deberíamos reflexionar más sobre el significado de la creación y sobre la experiencia de ésta, sobre la belleza y las maravillas del mundo que nos rodea, sobre la manera en que la gloria y las intenciones de Dios se nos revelan en las cosas que Él ha hecho para nosotros.

***

Reflexión Pascual: Los que le dieron muerte a Jesús no pudieron entender esto. Ellos acusaron a Jesús de ser un hombre que estaba pretendiendo ser Dios. No se podían imaginar que Dios tuviera la humildad, el atrevimiento o el amor de entrar en este mundo que Él creó y de compartir la vida de la criatura que Él hizo a su imagen. “En Él estaba la vida,” nos dice San Juan al principio de su Evangelio. Y la promesa que Jesús nos hace es la promesa de la vida. “Vine para que tengan vida y la tengan en abundancia,” nos dijo. Para eso nació Jesús. Para eso vivió, sufrió, y murió. Y por eso “nació” de entre los muertos tres días después.

Él resucitó de entre los muertos para darnos vida, no una vida física o biológica. Él ya nos había dado eso en el nacimiento, por medio de nuestros padres humanos. Lo que Él viene a compartirnos es una vida espiritual, una vida divina. Una vida como la que Él tiene. Una vida como hijo o hija de Dios. Una vida que es eterna.

Nuestro Dios es un Dios de vivos, no un Dios de muertos. Él nos crea a todos y cada uno de nosotros, para estar con Él. No solo por un tiempo o por el lapso de nuestra vida terrenal. No. Dios nos crea para estar con Él por toda la eternidad. La alegría de la Pascua es la alegría de saber que se ha ganado una gran batalla, la gran lucha entre la vida y la muerte. La Pascua es el triunfo del Señor, es la victoria del amor y la vida divinos sobre el pecado y sobre la muerte del hombre. La victoria de nuestro Señor debe llenarnos de esperanza, porque su victoria es la victoria de nosotros.

footer-logo
Translate »