5 de agosto: Renunciar a Sí Mismo y Tomar la Cruz

En el Evangelio de San Mateo (16, 24-28), Jesús presenta la vida del creyente utilizando tres pensamientos o expresiones semejantes. Primero: “Renunciar a sí mismo” … es decir, aceptar la forma de pensar y de actuar de Dios, más que la propia de uno mismo. Segundo: “Tomar la Cruz” … es decir, arriesgarse a sufrir la misma suerte del Maestro y renunciar a la propia seguridad personal. Tercero: “Seguir a Jesús” … es decir, aceptar a Jesús y al Evangelio como guías de nuestra vida, no solamente en teoría sino en la práctica. ¿Estamos nosotros listos para hacer esto? ¿Es éste el auténtico significado de la vida católica para nosotros?

¿Alguna vez has intentado “perder” algo conscientemente, por ejemplo, querer perder una cartera? Es bastante difícil, ¿verdad? Es cuando no somos conscientes de algo que podemos terminar perdiéndolo. Ahora, aplica esto a “renunciar a sí mismo” y “perder la vida por Cristo.” Cuánto se empeñan algunas personas en “perder” su vida por Cristo y acaban haciéndose daño a sí mismos y a los demás. Cuando Jesús nos invita a negarnos a nosotros mismos o a perder la vida por Él, no está abogando por la violencia autoinfligida.

He aquí un ejercicio: en este momento, si estás pensando en tu cabeza o dientes, lo más probable es que estés sufriendo un dolor de cabeza o dientes. En cambio, si tu cabeza o diente está sano, simplemente te olvidas de que tienes una cabeza/ o diente, ¡pero la usas bien! Lo mismo ocurre con la vida. Cuando tienes una actitud sana ante la vida, no te aferras a ella, sino que simplemente te “olvidas” de tu vida y la dejas caer, ¡para fines mayores! Hay un “olvido de sí mismo” cuando relativizas tu propia vida y te preocupas por la de los demás.

Oremos. “O Dios, sabemos que seguir a tu Hijo Jesús significa que Algún Otro nos dirija a donde quizás no pretendíamos ir. Pero es tu Hijo quien nos guía y va con nosotros. Por eso, decimos: ‘Queremos ir con Él, pero ayúdanos, especialmente cuando nuestros corazones desfallecen, para que sigamos marchando con Él quien es nuestro Señor para siempre. Amén”

 

 

footer-logo
Translate »