El próximo domingo, 3 de enero, estaremos celebrando la Epifanía del Señor – la manifestación de Jesús como Hijo de Dios a los gentiles, a los pobres, a los sencillos, y al mundo entero.
Como tradición de nuestra parroquia, hemos tenido los tres Reyes Magos que reparten dulces a los niños de nuestra comunidad. Este año no será la excepción, pero será un poco diferente la forma como lo haremos. Después de la Misa transmitida en vivo, los Reyes estarán en el Jardín Mariano, junto al Nacimiento que hemos puesto allá. Tendremos la oportunidad de adorar al Niño Dios y los Reyes estarán entregando bolsitas de dulces a los niños de la 1 a las 2pm.
Vengan y acompáñenos, llevemos la alegría de saber que Jesús se ha manifestado a todos nosotros a través de este pequeño Niño.
Oremos. Señor, Dios nuestro, que por medio de una estrella, diste a conocer a todos los pueblos el Nacimiento de tu Hijo, concede a los que ya te conocemos por la fe, contemplarte, cara a cara, la hermosura de tu inmensa gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.”
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Anticipando la Fiesta de los Reyes Magos (Epifanía) el Papa Francisco rezó a la Virgen María para que “podamos ser testigos de Cristo donde estamos, con una nueva vida transformada por su amor.” El Santo Padre recordó a los Magos “que vinieron de Oriente a Belén, siguiendo a la estrella, para visitar al recién nacido Mesías” y subrayó que el Evangelio de San Mateo relata que tras adorar a Jesús los Magos fueron “advertidos en un sueño de que no regresaran a Herodes” por lo que “regresaron a su país por otro camino.”
“Estos sabios,” según el Papa, “que vienen de regiones lejanas, después de haber viajado mucho, encuentran a quien querían conocer, después de haberlo buscado durante mucho tiempo, ciertamente también con dificultades y aventuras. Y cuando finalmente llegan a la meta, se postran ante el Niño, lo adoran y le ofrecen sus preciosos regalos. Después de lo cual partieron nuevamente sin demora para regresar a su tierra. Pero aquel encuentro con el Niño los cambió. El encuentro con Jesús no detuvo a los Magos, por el contrario, les infunde un nuevo impulso para regresar a su país, para contar lo que han visto y la alegría que han sentido. En esto hay una demostración del estilo de Dios, de su manera de manifestarse en la historia.”
