28 de octubre: Fiesta de San Simón y San Judas

Poco conocemos sobre estos Apóstoles: San Simón y San Judas. El apodo “Zelote” en los Evangelios indica probablemente que Simón había pertenecido al grupo de activistas anti-romanos antes de convertirse en Apóstol. Judas, hermano de Santiago y llamado también Tadeo, preguntó a Jesús después de la Última Cena cómo el mismo Jesús podría mostrarse a sí mismo como Mesías sin usar la fuerza. Jesús le respondió que los creyentes le aceptarían por su amor.

Celebrando esta Fiesta, podemos recordar que “el ministerio apostólico” de Jesús no fue, propiamente hablando, un “trabajo en equipo.” Ni planificaban juntos las acciones, ni acordaban a quiénes preferir ni a dónde ir; ni siquiera se distribuían cargos u oficios, ni votaban las decisiones, ni evaluaban. “El ministerio apostólico” de Jesús con los suyos era otra cosa. Se trataba de un grupo plural que acompañaba a un Maestro que enseñaba y curaba. Jesús, sólo Él, era el protagonista y agente único. Él mantenía unido al grupo, pero sin “socializar” y “democratizar.” Tal vez haya quien no lo llegue a entender. Pero cuando se olvida que Jesús es el centro, el sólo consejo pastoral o los acuerdos pactados pierden toda su garra. Sin Jesús –Palabra, Eucaristía, Comunidad– no hay misión que valga.

Oremos. O Dios, al celebrar hoy a tus Apóstoles Simón y Judas, recordamos cómo tu Hijo pudo edificar su Iglesia sobre hombres débiles y falibles y hacerlos su firme fundamento. Te pedimos hoy, con tu Hijo, que nuestra fe en tu Iglesia y en los que la gobiernan permanezca  inquebrantable. Mientras ellos se esfuerzan y quizás andan a tientas, que tu Espíritu los llene con su sabiduría y su ardor. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.”

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