28 de mayo: Novena a Jesús Sacramentado

Jesús es “el autor de la esperanza” quien nos ayude a superar estos tiempos difíciles, con la certeza de que las tinieblas se convertirán en luz. El papa Francisco definió la esperanza como “la más pequeña de las virtudes, pero la más fuerte.” Y nuestra esperanza tiene un rostro: el rostro del Señor Resucitado, que viene “con gran poder y gloria.” (Marcos 13,26) La esperanza, por lo tanto, no es algo, sino alguien, tal como San Francisco de Asís exclama en sus Alabanzas: “¡Tú eres nuestra esperanza!”

Explica el Santo Padre: “La esperanza es la más humilde de las tres virtudes teologales (con fe y amor), porque permanece oculta. Es una virtud arriesgada, una virtud, como dice San Pablo, de una ardiente expectativa hacia la revelación del Hijo de Dios (Romanos 8,19). No es una ilusión. Es una virtud que nunca decepciona: si esperas, nunca serás decepcionado, es una virtud concreta, de cada día porque es un encuentro. Y cada vez que nos encontramos con Jesús en la Eucaristía, en la oración, en el Evangelio, en los pobres, en la vida comunitaria, cada vez que damos un paso más hacia este encuentro definitivo.”

Debemos recordar que la esperanza necesita paciencia, así como uno necesita tener paciencia para ver crecer el grano de mostaza. Es paciencia para saber que sembramos, pero es Dios quien da el crecimiento. La esperanza no es un optimismo pasivo sino, por el contrario, es combativa, con la tenacidad de quienes van hacia un destino seguro.”

Oremos. “Madre de la Esperanza y madre nuestra, enséñanos a orar para que nunca decaiga nuestra fe en tu Hijo, Salvador para todos. Virgen bendita de la Esperanza, protégenos del desánimo, el desaliento y la zozobra cuando nos alcancen y nos desarmen. Que tu ejemplo fiel al pie de la Cruz donde murió Jesús, Hijo tuyo y Señor nuestro, nos muestre el camino para transformar el dolor en esperanza. Señora de la Esperanza en quien descansamos, concédenos vislumbrar con renovada confianza la vida eterna que tenemos prometida y alumbra nuestro peregrinaje en la tierra para que sepamos llevar esperanza a los que caminan a nuestro lado. Acoge Dios Padre de bondad infinita nuestras súplicas esperanzadas. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amen.”

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Si hay interés en participar en un Novenario/Novena a Jesús Sacramentado (Corpus Christi) que van a comenzar el sábado, el 29 de mayo:

https://es.catholic.net/op/articulos/69686/cat/1097/novena-a-jesus-sacramentado-corpus-christi.html#modal

https://www.devocionario.com/eucaristia/novena_1.html

https://santavirgenmaria.com/2017/06/07/la-novena-jesus-sacramentado/

Oremos. “Te damos Gracias, Dios Bueno y Misericordioso porque Tú, eres el Alimento de nuestra vida, y el Sacramento de la Eucaristía nos fortalece y nos permite sentir tu Presencia y Cercanía. Ten Misericordia de nosotros, y ayúdanos a ser personas cercanas a los demás, para ayudar y servir a nuestros hermanos y hermanas, y llevar consuelo a quienes lo necesiten. Gracias por tu Amor y Entrega por nosotros, que llena nuestro corazón de tu Paz y Amor, para poder compartirlos con todos los demás, y predicar sin cansancio la Alegría del Evangelio. No permitas que nada ni nadie nos separe de Ti, y ayúdanos a buscar tu Presencia en la Eucaristía, cada vez que necesitemos alimentar nuestra alma, para fortalecer nuestra fe y seguirte siempre. Amén.”

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