25 de octubre: Los Salmos

En la sociedad actual, cada vez es más frecuente sentirse agobiado por los problemas y, por ello, sentirse temeroso y desanimado. Sin embargo, quedarse con este sentimiento de inquietud por mucho tiempo podría hacer que la preocupación nos supere y nos deje entumecidos e impotentes, al punto de hacer que nuestra vida de oración decaiga. Aunque puede ser difícil, es en estos momentos en que debemos rezar más y los Salmos pueden ayudarnos en esta tarea.

San Francisco de Sales animó a los católicos a confiar en Dios, como respuesta al miedo y la preocupación humanas. Según él: “No temas lo que pueda pasar mañana. El mismo Padre amoroso que te cuida hoy, te cuidará mañana y todos los días. Te protegerá del sufrimiento o te dará una fuerza inquebrantable para soportarlo. Estate en paz, entonces, y deja a un lado todos los pensamientos e imaginaciones que te ponen ansioso.”

Al igual que las palabras de los santos, que usualmente se basan en mensajes Bíblicos, los Salmos son un tesoro espiritual y literario de poesía, alabanza a Dios, consejo, consuelo y, a veces, lamento. En la antigüedad, se “cantaban o coreaban.” Hoy se siguen proclamando durante la Misa, y además, son de ayuda para los fieles que recurren a ellos en su oración.

El salmista clama a Dios con sinceridad, y podemos vernos reflejados en sus expresiones muy humanas de petición y amor. Cuando la preocupación dificulta nuestra oración, rezar a través de los salmos puede ayudarnos a salir de nosotros mismos y alcanzar a Dios. Cada vez que luchamos por hallar nuestras propias palabras, los salmos tienen las palabras adecuadas.

Para leer más: https://catholic-link.com/los-salmos-que-son/

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