22 de febrero: Miércoles de Ceniza

Con la liturgia de este día, Miércoles de Ceniza, damos comienzo al tiempo de Cuaresma – ese período de cuarenta días de preparación a la Pascua. Según San Francisco de Sales: “Entramos en el abismo de la pasión de Cristo, nos acercamos a su Cruz, a la Cruz en que dio su vida por nuestros pecados. Nos acercamos a ella para experimentar, después del ayuno de cuarenta días, la alegría de la Resurrección.”

Vamos a bendecir las cenizas de las palmas y olivos que fueron bendecidas el Domingo de Ramos del año pasado, y esa misma ceniza, símbolo de la nada de las cosas humanas, y que nos recuerda lo que somos y lo que seremos, nos será impuesta a cada uno de nosotros, sobre nuestra cabeza, signo de la penitencia de este tiempo fuerte que hoy comenzamos.

El Señor nos llama a reconciliarnos con Él, ya que éste es el tiempo favorable para hacerlo, efectuando un profundo cambio en nuestras vidas, una verdadera conversión y renovación pascual que exige una ruptura con el pecado y con el “hombre viejo,” y a la que sólo podremos llegar por medio de la oración, la penitencia, y la caridad fraterna.

Oremos. “Oh Dios, muchas veces tenemos miedo de enfrentarnos a nosotros mismos y de renunciar a nuestro apego a nuestras actitudes egoístas. Que el tiempo santo de la Cuaresma nos ayude a resurgir de las cenizas del pecado y renueve nuestro fervor y amor, para que le sigamos a tu Hijo por el camino estrecho de la vida, caminando hacia ti y hacia los hermanos y hermanas. Te lo pedimos en este tiempo de gracia por medio de Jesucristo nuestro Señor. Amén.”

footer-logo
Translate »