22 de abril: La Gran Noticia del Amor de Dios

Los cuatro Evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas, y Juan) subrayan la dificultad de los discípulos en reconocer a Jesús Resucitado. Primero, no se dan cuenta de que Él está allí, lo toman sólo un extraño; después, normalmente como consecuencia de una palabra o acción de Jesús, caen en la cuenta de que es el Señor; y habitualmente, los primeros en reconocerle son los que más le aman.

Como comunidad nacida de la Pascua seguimos anunciado y proclamando la gran noticia del amor de Dios: este es el día en que actúo el Señor; nos llena de gozo y de alegría. Su amor es eterno, su misericordia es eterna. Resucitó a Jesús de entre los muertos; su acción es la antítesis de las acciones de los jefes del pueblo. Ellos son los arquitectos que desecharon a la piedra angular. Dios lo ha constituido en ángulo y fundamento del edificio entero. Ha sido un milagro patente. Sólo el Dios resucitador puede hacerlo. Y la Iglesia se siente con el encargo de anunciar esto. Y con la valentía para hacerlo incluso frente a los adversarios. Se siente legitimada y capacitada para continuar la misión de Jesús: sigue curando a los enfermos y esforzando la esperanza del pueblo que lo hacía Jesús en su historia … y en su nombre.

Animémonos unos a otros y ofrezcámonos unos a otros salud espiritual, amor, y paz en el nombre de Jesús, nuestro Señor Resucitado. ¡Amén!

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