El Día de los Presidentes (“Presidents Day”) se celebra el tercer lunes de febrero, en conmemoración del natalicio del primer presidente de Estados Unidos, George Washington, el día 22 de febrero de 1732. Es uno de los principales festivos federales de los Estados Unidos. Es una fiesta que sirve para homenajear al presidente en ejercicio, pero también al resto de presidentes que han pasado por la Casa Blanca a lo largo de la historia, especialmente al presidente George Washington y al presidente Abraham Lincoln.
Dios nos exhorta a orar por nuestros lideres (y presidentes) precisamente por esto: porque cualquier persona puesta en el gobierno, puede tener fallas; al fin y al cabo somos seres humanos, perfectibles, no perfectos. Es en la medida que pongamos nuestra mirada en Dios, en lugar del presidente, que empezaremos a ver cambios favorables. Dios nos ama demasiado y está interesado en nuestro bienestar y el de nuestro país.
Oremos. “Padre bueno, nos unimos a esta oración por el actual presidente de nuestro país, así como por las personas que están en autoridad en el gobierno. Los pongamos delante de ti para pedirte que ilumines su entendimiento para que lleguen a conocerte más. Que les des un corazón que aprenda a deleitarse en tu Palabra. Pedimos que los llenes del conocimiento de tu voluntad, con toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que tomen buenas decisiones y den un fruto agradable a ti, haciendo buenas obras. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.”
