Celebramos hoy la Fiesta de la Presentación de Santa María en el Templo. No hay ninguna indicación en las Escrituras de que ella fuera presentada en el Templo. Pero fue costumbre entre los judíos y esta piadosa leyenda quiere presentar algo muy real: que ella siguió a su Hijo Jesús, que su mentalidad y actitud era la de Jesús, y que, como su Hijo, ella estuvo enteramente ocupada en buscar, en todo, la voluntad de Dios. Ella fue una verdadera pariente de Jesús, también mental y espiritualmente, en el espíritu del Evangelio.
Oremos. “Dios todopoderoso, tú nos conoces y nos amas. Como Santa María, sabemos que, ante cualquier cosa que nos pase, estamos en tus manos. A donde quiera que nos lleves, tú sabes muy bien a dónde quieres que vayamos. Haz que tu voluntad sea la nuestra y que nos lleves a tu casa bajo la guía de aquél que hizo en todo tu voluntad, Jesucristo nuestro Señor. Amén.”
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