Después de meses de preparación intensiva, ahora estamos celebrando el lanzamiento oficial de la Campaña Capital de Santa Cruz “Construyendo Nuestra Comunidad. Bendiciendo Nuestro Futuro.” En la próxima semana, cada familia en la comunidad de Santa Cruz recibirá un paquete de información, que incluye una solicitud financiera e instrucciones sobre cómo invertir en el futuro de la Iglesia y la Escuela Católica Santa Cruz.
Antes de que reciba este correo, queremos responder algunas preguntas sobre esta campaña y aclarar lo que se les pide a nuestras familias. Primero, ¿Qué es la campaña “Construyendo Nuestra Comunidad, Bendiciendo Nuestro Futuro?”
En Santa Cruz, nos esforzamos por promover un ambiente acogedor a través de la hospitalidad, fomentando el compromiso, y mejorando la comunidad. Para cumplir con estos objetivos, necesitamos una instalación de usos múltiples totalmente accesible y lo suficientemente grande como para albergar reuniones con toda la comunidad. Esta campaña es una oportunidad para que todos nosotros contribuyamos a la construcción del nuevo Centro Comunitario Santa Cruz. Esta no es una campaña parroquial o escolar, es una campaña comunitaria. El plan para esta nueva instalación ha sido creado para el beneficio de todos los que están relacionados con Santa Cruz hoy, mañana, y durante muchos años por venir.
La cantidad solicitada es una invitación, no una expectativa. Se le pedirá a cada familia que considere una promesa específica con la campaña durante un período de compromiso de tres años. Hemos pasado por un proceso exhaustivo para determinar una solicitud adecuada para cada familia. Dicho esto, en algunos casos, nuestra solicitud puede ser demasiado alta. En algunos casos, puede ser demasiado bajo. No es una expectativa. Es una invitación y el punto de partida para su discernimiento personal. En última instancia, recibiremos con gratitud cualquier donación que pueda proporcionar. Por favor, reflexione y ore antes de tomar su decisión. Gracias.
***
En nuestro camino hacia la Pascua, llegamos a los tres domingos centrales de la Cuaresma, que este año contienen en la lectura del Evangelio, tres textos que conocemos bien: la Samaritana, el ciego de nacimiento, y la resucitación de Lázaro. La Iglesia, desde antiguo, utilizó estos pasajes del Agua, la Luz, y la Vida en la catequesis de preparación al Bautismo, que con gran solemnidad se celebra en la Vigilia Pascual.
También nosotros nos preparamos a renovar nuestro compromiso Bautismal en la Vigilia Pascual, por lo que sería bueno que, al igual que la Samaritana (Juan 4, 5-42), dejemos que Jesús transforme nuestro corazón y nos dé de su “agua viva.”
Oremos por toda nuestra comunidad parroquial (y toda la Iglesia) para que la participación de la Eucaristía durante del tiempo Cuaresmal vaya transformando nuestro corazón, como el encuentro con Jesús cambió el de la Samaritana.
